En 1858, el capitán de la marina mercante Henri Mounier, decidió crear su propia bodega de Cognac llamada “Mounier & Co”.

Brillantemente, ubicó los terruños más distinguidos y dedico su vida al cuidado del proceso de destilación, mezcla y envejecimiento en barricas de roble francés, de estos preciados aguardientes, haciendo realidad sus sueños.

Captar el alma de los Ángeles fue el sueño de su vida y los preciosos aguardientes de la bodega Paradis son testigos del talento del señor Mounier.

El celador de Mounier, mantiene viva esta tradición de excelencia en cada botella.